
Por : Esteban Jaramillo Osorio – Periodista Deportivo Colombiano
Néstor Lorenzo, un burgués bien remunerado, poco amigo del trabajo, invisible cuando la Selección que dirige está en reposo. Su figura se diluye entre silencios y supersticiones, protegido por una dirigencia complaciente, con los resultados lejos de las expectativas.
Su campaña, prometedora en el comienzo, se desplomó por los tropiezos. Con la clasificación al Mundial como posibilidad cercana, ha sembrado dudas sobre el futuro, en la cita mayor del próximo año.