De acuerdo con el Comité Olímpico Internacional (COI), se entiende como deporte seguro un entorno donde los atletas pueden entrenar y competir en un contexto saludable y solidario, respetuoso, equitativo y libre de todas las formas de acoso y abuso.
Esta definición ha sido letra muerta para muchos deportistas en diferentes ámbitos, como es el caso de Azul Almazán, exclavadista de México, quien en plenas finales de unos Juegos Olímpicos rompió el silencio y contó lo que pasaba a la interna de la delegación ‘azteca’, con discriminación, terror sicológico, abuso de poder y acoso sexual por parte de su entrenador. Su valentía, que destapó la olla de un sistema contaminado, le costó renunciar a la gloria olímpica y enfrentarse a una persecución mediática que, incluso, la obligó a salir de México para refugiarse en el extranjero durante 15 años.
Su historia, que llegó a la pantalla grande a través de la producción cinematográfica titulada ‘La Caída’, protagonizada por la también mexicana Karla Souza, fue una de las aristas principales de la Asamblea ‘Entornos seguros para la práctica deportiva’, desarrollada en Cali durante la ‘Segunda Cumbre de Ciudades Latinoamericanas para el Deporte y el Desarrollo’, donde precisamente Azul Almazán estuvo como invitada y ponente de lujo.
“Mi infierno inició cuando dije ‘no’, cuando me negué a acceder a insinuaciones de tipo sexual. Si alguien está viviendo esto que yo viví, es necesario hacerle sentir que no están solos, que sepan que no está bien y que es algo que tenemos que empezar a cambiar”, argumenta Azul.
Para Almazán, este tipo de espacios como la Asamblea realizada en Cali, son clave en la construcción de políticas y medidas que consoliden entornos seguros en el ámbito deportivo. “Tenemos muchos deseos de trabajar pero por algo nos está costando tanto trabajo a varios países dar en el blanco. Estos congresos y cumbres nos ayudan a conocer a las personas que pueden ser la clave fundamental o la pieza que falta y así dar pasos mucho más grandes para que las cosas cambien. Al hablar y compartir este tipo de experiencias, alguien puede levantar la mano y decir: yo tengo una solución”, consideró.
La exclavadista mexicana confesó que su primera competencia internacional fue precisamente en Cali, en 1994. “Le guardo un cariño tremendo a esta ciudad, hice grandes amigos acá, de hecho una de mis amigas más leales es de Colombia, también fue clavadista y la conocí precisamente aquí. Le tengo un amor tremendo a este país y a Cali mucho más”, dijo.
En concepto de Felipe Montoya, secretario del Deporte y la Recreación Distrital, la ciudad necesita seguir ratificando por qué fue nombrada ‘Capital Deportiva de América’, algo que se logra a través de espacios como la ‘Cumbre de Ciudades Latinoamericanas para el Deporte y el Desarrollo’, donde asistieron autoridades de diferentes países, organizaciones como la Unesco y la Red de Ciudades, y atletas olímpicas como Azul Almazán, compartiendo una experiencia deportiva y de vida fundamental en materia de entornos seguros.
El secretario puso como modelo propio la Ciclovida de Cali, un espacio que completó más de cuatro décadas de actividad. “Cada domingo, 75 mil personas salen a disfrutar de lo que nosotros llamamos la democratización del espacio público, poniendo las calles al servicio de las familias en el marco de un entorno seguro”, dijo.
Sin embargo, reconoció que a nivel de infraestructura Cali tiene 562 escenarios deportivos comunitarios y muy pocos de estos cuentan con baños. “Tradicionalmente, esté bien o mal, los hombres llegan y se cambian de camiseta y pantaloneta en cualquier lado. El problema es para nuestras mujeres que llegan del colegio o del trabajo a un escenario donde no tienen un lugar para cambiarse; eso no puede pasar”, aseguró.
Para Montoya, se han “normalizado” una cantidad de comportamientos de monitores, instructores y de la gente en general. “No puede pasar que nosotros como padres nos sintamos intranquilos porque nuestra hija deportista va a competir a otra ciudad. Muchas veces, incluso por desconocimiento y sin que ello sea excusa, monitores y entrenadores ponen una mano aquí o en otro lugar, reaccionan de cierta forma, envían ciertos mensajes, manejan determinados volúmenes o dicen ciertas palabras, con el supuesto ánimo de que un atleta sea mejor. Son una cantidad de cosas que suceden alrededor del deporte y que no tienen por qué pasar. Nuestras mujeres se tienen que sentir seguras y nosotros como padres nos tenemos que sentir seguros al enviar a nuestros hijos a hacer deporte”, contextualizó.
Finalmente reiteró que se trata de una responsabilidad que se debe asumir como ciudad y en la condición de actores del deporte. “Tenemos que cumplirle a nuestros jóvenes en ese aspecto; si implica la destinación de recursos, pues los tenemos que conseguir, porque no es disculpa no tenerlos; tienen que salir de algún lado. Qué orgullo que Cali haya sido epicentro de esta conversación sobre entornos seguros para la práctica deportiva”, puntualizó el secretario del Deporte.
Según Angélica Donneys, expatinadora, múltiple campeona mundial de esta disciplina y hoy asesora de la Secretaría del Deporte de Cali, este organismo de la Alcaldía viene desplegando acciones como jornadas de sensibilización, debate y construcción sobre entornos seguros con funcionarios y contratistas. “La idea es que ellos conozcan del tema, que difieran y construyan con nosotros esos entornos, entendiendo los conceptos que van alrededor de la equidad de género”, dijo. Este trabajo, añadió, se ha extendido gracias a una alianza con la Fundación WWB dirigida a deportistas y clubes, que busca cerrar brechas de desigualdad para las mujeres y promover su participación activa en el desarrollo económico.
La ciudad presentó un documento sobre entornos seguros
Como parte de la agenda de la ‘Segunda Cumbre de Ciudades Latinoamericanas para el Deporte y el Desarrollo’, el Observatorio del Deporte, la Recreación y la Actividad Física (ODRAF), adscrito a la Secretaría del Deporte y la Recreación de Santiago de Cali, presentó el documento ‘Entornos Seguros’.
El mismo busca establecer lineamientos sobre entornos seguros alrededor del deporte, la recreación, la actividad física y el aprovechamiento del tiempo libre, con énfasis en las poblaciones de mujeres, niñas, niños, jóvenes, adolescentes, enfoque de género y personas en condición de discapacidad.
Según el Observatorio, son considerados entornos seguros aquellos espacios donde se respetan los Derechos Humanos que propician la práctica del deporte, cumpliendo los requisitos técnicos, físicos, de seguridad y las cuatro A: accesibilidad, aceptabilidad, adaptabilidad y asequibilidad.
“Proponemos una herramienta de consulta que contenga las variables a tener en cuenta para que los espacios de práctica deportiva, recreativa y de actividad sean entornos seguros. La transferencia de conocimiento con la Red de Ciudades permitirá reconocer experiencias y aprendizajes con otras capitales que comparten retos similares. La Secretaría cuenta con un equipo de talento humano, los gestores, que se encargan de dinamizar estos espacios en una articulación ganadora entre comunidad, privados y el sector público”, opinó el sociólogo Raúl Torres Galeano, coordinador del Observatorio.
Agregó que el principal reto es de tipo cultural y requiere de un “pacto ciudadano”, donde acordemos cuáles son las conductas que “no vamos a aceptar” como sociedad (padres, madres, deportistas, espectadores, entre otros) en los espacios para el deporte, la recreación y la actividad física
“En la actualidad ya estamos articulando esfuerzos interinstitucionales para lograrlo. El principal ejemplo es la Ciclovida, que hace de Cali un gran escenario deportivo de 37 kilómetros. Allí se logran articular esfuerzos para tener la única ciclovía certificada en Sistema de Gestión de Calidad en el país, con cero accidentes mortales”, señaló.
En concepto de Raúl Torres, la Copa Mundial Sub-20 Femenina de la FIFA, que se disputará del 31 de agosto al 22 de septiembre en Bogotá, Medellín y Cali, “es la oportunidad para ser los mejores anfitriones y generar seguridad, comodidad y normas de convivencia con los espectadores”.
Cuatro componentes de un entorno seguro
El documento ‘Entornos Seguros’ presentado por el Observatorio del Deporte, la Recreación y la Actividad Física (ODRAF), define cuatro componentes que se deben considerar para garantizar que un entorno deportivo sea seguro.
1. Gestión física-instalaciones: que cuente con equipamientos inclusivos; instalaciones sanitarias y vestuarios; señalización en múltiples formatos; seguridad física; participación sectorial; asistencia médica y equipos; comodidades y servicios.
2. Administración y gobernanza: se refiere a la gestión de identidades y accesos; monitoreo y auditoría; retroalimentación continua y comunicaciones; innovación; planes de mantenimiento, de emergencia y contingencia; y políticas de usos.
3. Derechos Humanos: tiene relación con la gestión de riegos; políticas y protocolos; cumplimiento de normativas nacionales e internacionales; un sistema de alertas de vulneración de derechos; así como una ruta de resarcimiento de derechos.
4. Psicosocial: en relación con la construcción de acuerdos; escuela de competencias sociales; contenidos diversos; resignificación del entorno; y apoyo psicológico y social.
Formación de personal sobre violencias basadas en género
Otro avance importante en el tema tiene que ver con el proceso de sensibilización y pedagogía que se adelanta con los monitores deportivos de la Secretaría del Deporte y la Recreación, sobre las violencias basadas en género. “Es fundamental que sepan cómo todas esas decisiones que ellos tomen en el hacer y en el no hacer de su cotidianidad, afectan de manera diferenciada a las niñas y a las mujeres en toda su diversidad”, argumentó Paula Arbeláez Galeano, coordinadora de Transversalización y Gestión del Conocimiento en la Secretaría de Bienestar Social de Cali.
Según la funcionaria, también se apoyará al organismo deportivo de la ciudad en la construcción de los protocolos de atención a nivel interno, frente a los casos de violencias basada en género. “Asimismo, estamos apoyando las pautas para la creación o renovación de los clubes deportivos, escenarios donde se deben incluir los temas de atención y prevención de este tipo de violencias”, añadió.
Finalmente, en cuanto a las mujeres que puntualmente han sido víctimas de violencias basadas en género en escenarios deportivos o en la práctica de algún deporte, la Secretaría de Bienestar Social apoya y acompaña el proceso de acceso, para que los otros organismos correspondientes (Fiscalía, Policía Metropolitana, secretarías de Salud Pública y de Seguridad y Justicia y comisarías de familia) activen la ruta de atención.
Acciones internacionales destacadas
- La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su programa Sport for Health, se enfoca en promover entornos deportivos saludables y seguros. Este programa aborda la seguridad en eventos deportivos de gran visibilidad, asegurando que los países anfitriones estén bien preparados para manejar problemas de salud o seguridad relacionados con estos eventos. Además, promueve la actividad física y la seguridad alimentaria en contextos deportivos.
- El Comité Olímpico Internacional (COI) ha implementado diversas iniciativas para fortalecer la salvaguarda en el deporte, incluyendo declaraciones de consenso sobre el acoso y el abuso y la salud mental de los atletas. Desde 2016, ha desarrollado herramientas educativas y marcos de salvaguarda que se implementan en los Juegos Olímpicos y Juegos Olímpicos de la Juventud, para asegurar un entorno seguro a los atletas.
- U.S. Center For Safesport, es una entidad que se centra en la prevención del abuso en el deporte, destacando la importancia de la educación y la formación en la prevención del mismo para entrenadores, padres y atletas. Su investigación resalta la necesidad de desarrollar e implementar políticas efectivas basadas en la evidencia, de cara a prevenir la violencia sexual en el deporte y crear un entorno seguro para los jóvenes deportistas
