Un grupo de técnicos de la CVC, compuesto por geólogos, ingenieros de minas, civiles y ambientales, visitaron varios puntos de los corregimientos de Montebello y Golondrinas, relacionados con la problemática del río Aguacatal, para dar cumplimiento a la ruta trazada por la CVC en el proceso de recuperación de los pasivos ambientales dejados por la minería ilegal en la zona.
De esta manera, se visitó el entorno del Puente Galeras de la quebrada El Chocho, en donde aguas arriba se observa de buena calidad y, posteriormente, se aprecian efluentes ácidos contantes aguas abajo del sitio, afectando drásticamente la calidad del recurso hídrico.
«Entendiendo que la actividad minera se remonta alrededor de 100 años atrás, ellas han desarrollado tunelería indeterminada, por lo cual se presentan afloramientos de efluentes o agua de escorrentía en las zonas bajas de las vertientes. De ellos, se identificaron entre cuatro y cinco efluentes constantes de aguas ácidas, producto de las actividades de minería, que serán objeto de mitigación», explicó el geólogo Kevin Mauricio Orozco, de la Dirección de Gestión Ambiental de la CVC.
Se destaca que durante el recorrido se evidenciaron los múltiples aportes de aguas residuales provenientes de viviendas ubicadas aguas arriba de la quebrada El Chocho, además de la quebrada Las Tomasas, que es la que recoge alrededor del 80% de las aguas residuales del corregimiento de Golondrinas.
Tras los datos registrados, la CVC definirá las acciones a realizar para el mejoramiento ambiental del sector y para lograr la disminución de la acidez de las aguas vertidas constantemente en las márgenes de la quebrada El Chocho (en la zona baja), dada la interconexión entre las galerías de la explotación en dicha zona.
Por lo tanto, algunas de las actividades propuestas se basan en el sellamiento de socavones, la recuperación geomorfológica y paisajística, y el mejoramiento ambiental en función de la sostenibilidad integral del territorio.
Es de resaltar que la Corporación tiene una amplia experiencia en la mitigación de pasivos ambientales mineros, dado que contribuyó en el cierre de las bocaminas ubicadas en el cerro La Bandera (Cali) y Zaragoza (Buenaventura).