El cuidado, preservación y protección del medio ambiente es, sin duda, uno de los grandes legados que dejan los XXII Juegos Deportivos Nacionales Eje Cafetero 2023. En una jornada maravillosa, atletas, voluntarios, periodistas y habitantes de Manizales, con apoyo de los campistas, sembraron más de 200 árboles en el ecoparque Los Llarumos, demostrando que el deporte une y es un factor clave en la sostenibilidad y la conectividad biológica.
En la ‘sembratón’, que se llevó a cabo desde las 10:00 de la mañana, se le dio vida a especies representativas de la región, como lo son los arbolocos, dragos, balsos, siete cueros, chachafrutros, entre otros, que terminarán -luego de su ciclo de crecimiento- atrayendo a fauna, que a su vez repercute en el fortalecimiento del turismo en Manizales y su zona rural.
“El mensaje que se está lanzando es muy positivo, en esa alianza entre el deporte y la naturaleza, de cómo los deportistas pueden hacer parte de esa dinámica ambiental tan importante. Todo termina en un mismo fin y es el cuidado del planeta y de nosotros mismos”, aseguró Alexander Trejos, coordinador de la Red de Ecoparques.
Añadió, además, que el mismo destino es el que se encarga de recompensar, de una u otra manera, estas acciones valerosas. “Estamos dando vida y la misma madre naturaleza se encarga de devolver estos favores. Todo es tan perfecto que cada especie y cada animal están enlazados en una misma cadena. ¡Todos tienen la chispa de la vida!”.
Por su parte, Vanessa Álvarez, líder del programa de educación de la Red de Ecoparques y quien se encarga de revisar que los árboles queden correctamente sembrados, sostuvo que, al igual que en los Juegos Nacionales, la flora entra en una asombrosa competencia por alcanzar su desarrollo y sobrevivir. ¡Una verdadera lucha de vida!
“Nos encargamos de sembrar vida, estamos conectando todas las reservas y ayudando a que los bosques se mantengan. Es una función muy importante en aras de mantener el corredor biológico. Estos árboles estarán fuertes en unos dos o tres años y los veremos de nuevo grandes y hermosos. ¡Esta es la otra cara de los Juegos Nacionales, la de dar vida y amor!”, manifestó.
De esta manera, los Juegos Nacionales, que se han desarrollado en completo éxito en las tres ciudades del Eje Cafetero y sus subsedes, dejan un legado ambiental imborrable en las comunidades, pues no solo se embellecen las zonas rurales, sino que, además, fortelecen la conciencia sostenible, en pro de cuidar, preservar y proteger la casa de todos: el planeta Tierra.