
La noche ya estaba reinando en Ibagué y se soltaron las primeras finales de la prueba de relevos, esa que reúne velocidad, resistencia, fuerza, sentido de ubicación y mucha inteligencia para poder sortear el alto tráfico que se presenta en la recta principal, cuando de entregar el testimonio se trata, una maniobra que debe tener la precisión de un relojero y la fuerza de una tractor.