Una década después de haberse planteado la retirada por lesión, Pablo Carreño derrotó a Novak Djokovic para lograr el bronce Olímpico en Tokio 2020

Hasta seis bolas de partido y casi tres horas de batalla necesitó el tenista español Pablo Carreño para derrotar a Novak Djokovic y colgarse el bronce Olímpico en Tokio 2020.

El tenista español superó al número uno del mundo por 6-4, 6(6)-7 y 6-3. Djokovic, número uno del mundo, había salvado las cinco anteriores con un abanico de grandes goles, incluido una derecha cruzada tan ajustada que tuvo que aclarar el ojo de halcón.

Pero cuando la última bola del tenista serbio se quedó en la red, Carreño se dejó caer de espaldas para celebrar un bronce Olímpico en el que ha derrotado a los dos mejores tenistas del mundo. Medvedev en cuartos de final y a Djokovic en la pelea por el último escalón del podio.

Pablo Carreño nació el 12 de julio de 1991 en Gijón, Asturias, una región situada al norte de España.

Empezó a jugar al tenis con seis años en el Real Grupo de Cultura Covadonga, desde donde este sábado los niños que hoy siguen sus pasos vieron por televisión el partido por el partido por el bronce contra Novak Djokovic.

Según la Federación Española de Tenis, hasta la adolescencia Carreño jugó casi de forma exclusiva en pista dura, precisamente la superficie sobre la que conquistó este bronce Olímpico. Aunque, como es tradición entre los tenistas españoles, su preferida es la tierra batida.

Con 15 años, considerado entonces como una de las mayores promesas del tenis español, se trasladó a Barcelona para ponerse a las órdenes de Javier Duarte, excapitán del equipo español de la Copa Davis. A los 17 ya competía en el circuito ATP.

Sus ídolos eran Juan Carlos Ferrero y David Ferrer

Cuando era pequeño, los ídolos de Carreño eran Juan Carlos Ferrero y David Ferrer, dos de los mejores tenistas españoles del siglo XXI, y dos jugadores que le han ayudado en su carrera profesional.

Durante aquellos primeros años con Javier Duarte, Carreño se trasladaba en ocasiones a Valencia para entrenar con David Ferrer, por entonces ya establecido como uno de los mejores tenistas del mundo. Aquellos partidos sirvieron para pulir el talento del asturiano y para sembrar una estrecha amistad entre ellos. «Es bueno fijarse en jugadores como él, no solo en Rafa Nadal o Djokovic, que son monstruos prácticamente irrepetibles. David ha dado lo máximo con lucha y pundonor», confesó en una entrevista en As.

Con el tiempo, el tenista asturiano se trasladaría definitivamente a la Equelite Sport Academy, un centro de entrenamiento de élite que dirige Juan Carlos Ferrero (número uno del mundo en 2003) y donde Carreño empezó a entrenar con su actual técnico, Samuel López.

Pablo Carreño ha ganado seis títulos en el circuito ATP y curiosamente los dos primeros sobre pista dura, una superficie poco común entre los jugadores españoles. En 2016 ganó los torneos de Moscú y Winston-Salem y no sería hasta el año siguiente, en Estoril, donde ganaría su primer título en tierra batida.

En 2019 ganó el Abierto de Chengdu (pista dura) y en 2021 ha ganado otros dos torneos, ambos en arcilla. Empezó la primavera ganando en Marbella y este mes de julio, solo dos semanas antes de los Juegos Olímpicos, ganó el Torneo de Hamburgo, el trofeo de más categoría en su palmarés individual.

Representando a España, Pablo Carreño formó parte del equipo que ganó la Copa Davis de 2019 y ahora suma el bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

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