La “expedición río cauca” terminó en Cartago, después de 400 kilómetros

Un equipo de expertos de la CVC zarpó en los límites con el departamento del Cauca, el pasado martes, y tras recorrer todos los meandros del segundo afluente más importante del país, también realizó la siembra del pez número un millón 500 mil en sus aguas, al lado del club náutico de la Villa de Robledo. De esta experiencia se estrenará una serie documental y se lanzará un atlas de peces nativos del río.
Tras un recorrido de 400 km durante tres días, ayer finalizó la “Expedición río Cauca” organizada por la CVC, que reunió a un equipo multidisciplinario de expertos para monitorear el estado del gran afluente, así como detallar sus potencialidades, pero también reconocer las amenazas que lo acechan. El viaje arrancó en las cercanías del límite con el departamento del Cauca, en zona rural de Jamundí, sitio poblado en gran parte por comunidades afrodescendientes, pescadoras y minero ancestrales, para pasar luego por Cali y Yumbo, que tienen una fuerte actividad industrial, concentración poblacional y amplia extracción de arena; los siguientes tramos, que se dieron desde Buga hasta Bolívar, y luego desde este último hasta Obando y Cartago, permitieron que el grupo llegara a una conclusión: el río está más vivo que nunca en el Valle del Cauca.

“Vemos que nuestro río Cauca está más vivo que nunca, que todos los esfuerzos que hemos hecho tanto la Corporación como las administraciones, todos los vallecaucanos, están dando sus resultados. No hay que desanimarse, no hay que confundirnos si vemos que el río tiene un color castaño oscuro; no es que esté totalmente contaminado o mal de oxígeno, al contrario, todavía tiene vida, tiene peces, aves y mamíferos, es decir, tiene biodiversidad. Vimos y observamos la cantidad de comunidad que vive alrededor y vive de nuestro río Cauca y hay que seguir trabajando en su franja forestal protectora, seguir construyendo las plantas de tratamiento de aguas residuales y enfatizar más en la educación ambiental”, expresó Marco Antonio Suárez Gutiérrez, director general de la CVC, quien lideró la expedición.

La parada en Obando se realizó para hacer la siembra del árbol número 4 millones, en el marco de la gran campaña “Valle más verde”, sobre un predio de propiedad del Ingenio Risaralda que, voluntariamente, liberó 2 hectáreas de un cañaduzal para hacer la siembra de 800 árboles nativos de bosque seco tropical como mantecos, pízamos, chiminangos y caracolíes, entre otros. Este acto fue producto de los acercamientos que hizo la CVC con Asocaña, agremiación de la industria azucarera, para evitar las quemas ilegales y proteger las franjas forestales protectoras del río Cauca, como se dio en este caso, pues el predio está ubicado cerca de su ribera, a su paso por Obando. “Vamos a liberar 22 hectáreas de aquí al 31 de diciembre y para el próximo año, tendremos que llegar a 150 hectáreas libres de caña, que se sembrarán con flora nativa, sin necesidad de ejercer algún tipo de acción sancionatoria, sino llegando a acuerdos que hoy se están materializando”, explicó Suárez.

Asimismo, en el Club Náutico de Cartago, y tras un evento de clausura de la expedición, la CVC hizo la siembra del pez número un millón 500 mil, también en el marco de la campaña “Valle más verde”, que tiene trazada la meta de sembrar 8 millones de árboles y 3 millones de alevinos o peces al finalizar el 2023.

El evento en Cartago tuvo representaciones artísticas de las comunidades mestizas y afrodescendientes de Cartago, y una muestra fotográfica de la historia de la navegación por el río Cauca, que se dio en barcos de vapor entre el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, gracias a un proyecto educativo asociado a la expedición que se denomina “Navegarte por el río Cauca”. “Es una estrategia educativa, ambiental e histórica que se realizó en 14 municipios, con el fin de lograr todo un contexto sociocultural de lo que fue la navegación en el río Cauca desde 1880 hasta 1930. Se ha trabajado el tema de tradición oral, hay muestra fotográfica y la hemos llevado a instituciones educativas y a los adultos de estas localidades. Vale la pena destacar que este periodo de navegación, pese a ser la muestra de la llegada de la industrialización al departamento, fue muy lesivo para nuestro río, en especial, para su franja forestal protectora, pues se usó mucho material vegetal para las calderas de los barcos”, manifestó Carlos Valencia, antropólogo e historiador experto del río Cauca, que lidera el proyecto.

El producto final de este recorrido será una serie documental de tres episodio que se estrenará a inicios del próximo año, y un atlas de peces nativos que habitan el río, con lo que se demostrará que esta serpiente que atraviesa el Valle del Cauca, pese a las amenazas que enfrenta, sigue enérgica y llena de flora y fauna asociada, con grandes potencialidades que deben fortalecerse para que le continúe brindando grandes servicios ecosistémicos a todos los vallecaucanos, no solo con agua, sino con electrificación, seguridad alimentaria y muchos beneficios más. El llamado es a que lo conozcamos, lo valoremos y, entre todos, lo conservemos.

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