Etnoturismo en Buenaventura

La ruta de la piangua es una apuesta que busca proteger los recursos naturales y los saberes ancestrales de los habitantes del Consejo Comunitario de La Plata, Bahía Málaga. Este atractivo turístico es toda una experiencia cultural, social y gastronómica que se vive en canoa: te adentras al manglar, reconoces los tipos de mangle que hay en la zona, se recolecta el molusco y con él, se preparan platos tradicionales. 

Mientras se hacia el recorrido hacia la zona de manglar, la piangüera Aura Díaz cantaba: «En la canoíta venimos remando, en la canoíta venimos remando, a la ruta e’ piangua ya vamos llegando, a la ruta e’ piangua ya vamos llegando, coja su canasto, vamos a pianguar, que allá en el raicero le vamo’ a enseñar y cómo se saca la piangua en el manglar, y cómo se saca la piangua en el manglar».

En este estribillo alegre de la comunidad se demuestra el orgullo que tiene por sus labores y el haber encontrado una manera creativa de cuidar este ecosistema vital. Hace poco, se dio a conocer el aumento significativo del ecosistema manglar en el Pacífico vallecaucano, pues de 32 mil hectáreas pasó a 38 mil, por ello, los grupos ambientalistas de los territorios siguen perfeccionando sus estrategias.

«Parte de lo que diseñamos en la ruta de la piangua, desde Ecomanglar, fue intentar trabajar el etnoturismo, que tiene tres cosas fundamentales: no perder el relevo generacional del conocimiento y que el visitante pueda venir también a conocer un poco lo que es la vivencia en el Pacífico. Tenemos, primero, el conocimiento sobre la conservación del recurso piangua y los recursos naturales del territorio y, segundo, la valoración y la educación ambiental al visitante», afirmó José Daniel Mosquera, de la Asociación Comunitaria Ecomanglar.

La CVC y otras entidades interesadas en el cuidado ambiental vienen apoyando este tipo de iniciativas, que diversifican las formas de protección y uso sostenible de los recursos naturales porque el manglar representa la vida para el océano, siendo el lugar donde la mayoría de especies marinas se reproducen.

«El apoyo que se le ha dado a la ruta de la piangua es con capacitaciones y en el diseño de un producto turístico para mostrar una experiencia de conocimiento del ecosistema manglar y del molusco, muy importante para las comunidades del Pacífico, ya que es alimento y sustento para los habitantes», sostuvo Marlon Zúñiga, funcionario de la CVC.

Esta maravillosa experiencia tiene como objetivo atraer turistas que busquen un plan diferente, rodeados de naturaleza, saberes ancestrales y vivencias únicas, donde el respeto por la biodiversidad tiene un papel protagónico.

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