“Con el fin de que 250 pequeños productores independientes del municipio de Tumaco, Nariño, alcancen la certificación RSPO (La Mesa Redonda Sobre Aceite de Palma Sostenible) por sus siglas en inglés, representantes de Cenipalma y Cordeagropaz, ejecutores del proyecto, lideraron la visita de representantes de la RSPO a fincas de palmicultores que avanzan en la implementación de mejores prácticas de sostenibilidad, en 1.434 hectáreas sembradas en palma de aceite”, expresó Alexandre Cooman, Director General de Cenipalma.
En este sentido, Francisco Naranjo, director para América Latina de RSPO, Diego Pierrend, gerente Técnico para América Latina y Germán Contreras, ejecutivo administrativo y financiero para América Latina, monitorearon los procesos de implementación de mejores prácticas económicas, ambientales y sociales en los cultivos de palma de aceite de pequeños productores de la región.
Una de las fincas visitadas fue la de Alexander Quiñones, ganador del premio por mayor productividad al mediano productor en la zona, quien inició su plantación con siete hectáreas en el 2000. Cuando la Pudrición del cogollo (PC) acabó con su plantación de material Guineensis; comenzó el proceso de renovación y a la fecha, cuenta con 70 hectáreas sembradas, una productividad de 25 toneladas por hectárea año y una tasa de extracción de 30% de híbrido OXG, una palma con alta productividad.
“Gracias al choque que tuvimos con la Pudrición del cogollo, entendimos la necesidad de mejorar las prácticas agronómicas, hoy en día, somos conscientes de la necesidad de sumar esfuerzos para la implementación de prácticas ambientales y sociales que nos conduzcan a una sostenibilidad económica” dijo Alexander Quiñones.
Este pequeño palmicultor que comenzó con la implementación de las mejores prácticas y escaló a mediano productor, se propuso como meta para 2024, producir 12 toneladas de aceite de palma hectárea por año.
Otra de las fincas visitadas fue la del productor Julio Velásquez el cual inició su cultivo de híbrido OXG con cuatro hectáreas sembradas entre 2009 y 2010, y hoy cuenta con 13 hectáreas que producen aproximadamente 27 toneladas por hectárea año.
Julio se ha caracterizado por ser uno de los primeros palmicultores de la zona que ha formalizado laboralmente a sus trabajadores. “La implementación de buenas prácticas de sostenibilidad me han permitido tener mis cosas ordenadas, mi finca con una alta producción y todo lo que Fedepalma y Cenipalma me enseñan en diferentes escenarios, yo vengo y lo replico acá”, manifestó Velásquez.
Luego de las visitas y la socialización de los principales avances y logros que ha alcanzado el proyecto y analizar los pasos a seguir y los retos del futuro, Francisco Naranjo, director para América Latina de RSPO, afirmó que los productores de la zona suroccidental van por buen camino y algunos ya se encuentran listos para lograr la certificación RSPO en la región.
“Los principales beneficios que buscamos con esta certificación es que los pequeños productores mejoren las condiciones de vida personales y de sus familias, a través de la implementación de buenas prácticas de sostenibilidad en la cadena productiva del aceite de palma”, concluyó Francisco Naranjo.
En Cenipalma, promovemos la adopción de prácticas sostenibles de la mano de unidades de asistencia técnica como Cordeagropaz y núcleos palmeros, mediante estrategias de transferencia productor a productor y la articulación de Fincas Tipo y Parcelas Referentes, que sirven como vehículo para que los pequeños productores puedan cerrar las brechas ambientales, sociales y económicas existentes en su cultivo, de tal manera que les permita generar cambios favorables en su calidad de vida, la de sus empleados y comunidades cercanas al cultivo, manifestó Alcibiades Hinestroza Córdoba, Líder de Promoción y Fortalecimiento de la Asistencia Técnica en el sector palmero colombiano.