El tallerista de El Calvario que se profesionaliza en Bellas Artes

Diego Fernando Sánchez diseñó dos de las obras más destacadas en las muestras finales de estudiantes de Profesionalización de Artes Plásticas de Bellas Artes, que se exponen en la institución hasta el próximo 24 de febrero. Son dos historias de vida de habitantes de calle, del sector conocido como ‘la olla’, en Cali.

Cerca de 20 años permaneció enclaustrado en un taller cercano a la vía al Mar. Diego Fernando evidenciaba problemas de socialización. A falta de relaciones interpersonales, entregó su vida a las artesanías, a la realización de trabajos en madera y resinas.

Una intoxicación, limitó las actividades de Diego Fernando durante cerca de un año. Y tras su recuperación, «presenté varias hojas de vida y me seleccionaron en Samaritanos de la Calle. Fue cuando decidí orientar mis conocimientos a los habitantes de El Calvario. Ellos me cuentan sus historias y yo las transformo en arte», comenta Diego Fernando.

De esas largas interacciones, con muchos seres humanos que sucumbieron en el alcoholismo y la drogadicción, le surgió a Diego Fernando la idea de interpretar a ‘Pelusa’ y a ‘Karen’, unas de las obras más destacadas en el taller de Tridimensionalidad, que hace parte del programa de profesionalización que la Gobernación del Valle del Cauca a través de Bellas Artes dispone para los artistas empíricos del departamento.

«‘Pelusa’ lleva 40 años viviendo en la calle y con él tengo una amistad muy bonita. Fue quien me explicó sobre el gran valor que para ellos tiene el cartón, porque los proteja del frío de las noches y de que la gente los vea, y al día siguiente lo venden y obtienen el equivalente a un tinto. Es un material reciclable que le hace bien al planeta».

Y añade hablando sobre ‘Karen’, que fue elaborada en vidrio, durante cerca de un año. «Ella es recicladora, de brazos macizos. Arrastra cerca de 500 kilos en su carrera. La obra la titulé, ‘restaurando mi alma’. Relaciono los materiales con estas historias de vida, porque terminan siendo un estorbo».

Diego Fernando ya suma más de 10 años como tallerista de artes y oficios en los Samaritanos de la calle. Le dicen ‘el profe’. «Trabajamos artículos de acuerdo a las necesidades de emprendimiento de quienes acuden al lugar: carretas, chazas, cajas de embolar, elementos en resina…». Su propósito es crear otros personajes, en vidrio, cartón y tapas de gaseosa, y realizar una gran exposición en El Calvario».

Diego Fernando Sánchez, Elisa Constanza Castro, Katherin Gómez, Johanna Rojas, Ana Arango, David Chávez, Jorge Idárraga; Karen Solvey Rivera, Soraya Garzón y Alexander Jaramillo, son los estudiantes de Profesionalización en Artes Plásticas de Bellas Artes, que están realizando sus exposiciones del taller de Tridimensionalidad.

Será la segunda promoción del programa de profesionalización en Artes Plásticas que la Gobernación del Valle del Cauca, a través de Bellas Artes, extiende para artesanos empíricos, en formación de dos años. «Cada participante cuenta con experiencia, y nuestro interés es potenciar sus habilidades. Hacemos énfasis en la parte teórica, afianzando los conceptos ‘contemporáneos’. Todo lo que producen es a partir de un conocimiento autónomo, y muchos crean desde sus vidas, sus memorias y lo urbano», indica Fabio Palacios, docente de Bellas Artes.

Hoy Diego Fernando, asegura que gracias a Bellas Artes, «puedo expresar lo que sé». Al tiempo, el maestro Palacios define dichas obras en vidrio y cartón, como, «vidas cotidianas dentro de nuestras cotidianidades. Nos quita el velo de lo falseado, de lo maquillado y oculto. Es una agudeza a la realidad, con un altísimo grado de sensibilidad».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *