Foto: Jhon Bolaños
La exposición sobre el legado de la Comisión de la Verdad inició su segunda itinerancia en la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero del Valle del Cauca. Está disponible al público desde noviembre y su acto protocolario fue el 5 de diciembre.
Cali se convierte en el punto de partida de la itinerancia nacional de Hay futuro si hay verdad. De la Colombia herida a la Colombia posible, una de las muestras más significativas del legado de la Comisión de la Verdad. La exposición abrió sus puertas al público en noviembre en la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero y su acto protocolario tuvo lugar el viernes 5 de diciembre. Esta muestra itinerante busca llevar el mensaje del esclarecimiento y la no repetición a distintos territorios del país.
La exposición es una propuesta del legado de la Comisión de la Verdad, diseñada para socializar los hallazgos y las recomendaciones del Informe final, así como para activar reflexiones urgentes sobre el conflicto armado, sus causas profundas, sus persistencias y la necesidad de construir un país distinto.
En ese sentido, la llegada de esta muestra a Cali es un acontecimiento cultural y pedagógico de gran relevancia y se da en un momento crucial. Con más de 550 000 víctimas del conflicto armado, el departamento del Valle ha sido profundamente marcado por la violencia y ha enfrentado un contexto de polarización, en medio de un panorama en el que el conflicto persiste e incluso se agudiza.
Desde el Valle del Cauca, este legado se ha abrazado como una bandera de país, lo que ha permitido sostener una conversación permanente basada en la escucha activa, el reconocimiento de las víctimas, el diálogo entre perspectivas opuestas y la necesidad de reconstruir confianzas, tender puentes y promover apuestas colectivas por la vida y la paz.
La itinerancia de esta exposición se da gracias al Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y el Museo Nacional de Colombia, la Gobernación del Valle del Cauca, la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero, la Casa de las Memorias del Conflicto y la Reconciliación, la Alcaldía de Santiago de Cali, la Embajada de Alemania en Colombia, la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), con el apoyo de la Embajada de Suecia, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y otros aliados estratégicos.
Desarrollo y actividades en el marco de la exposición
La muestra invita a recorrer más de seis décadas de violencia en Colombia, a través de seis momentos expositivos que articulan testimonios, documentos, mapas, registros audiovisuales y ejercicios de memoria colectiva.
En Cali, donde permanecerá durante tres meses, el objetivo es propiciar encuentros entre visitantes, organizaciones sociales, étnicas, de mujeres y de jóvenes locales, entre otros actores sociales, así como con procesos de memoria. Más que un relato cerrado, es una invitación a mirar de frente lo vivido, a escuchar las voces de quienes han sufrido la guerra y a reconocer que la verdad no es solo un derecho de las víctimas, sino una necesidad de toda la sociedad como conversación permanente de país.
Uno de los aspectos más significativos de esta itinerancia es la programación académica y cultural que acompaña a la exposición. A través de una convocatoria pública, diferentes comunidades, organizaciones y colectivos de Cali se han postulado para hacer parte de una agenda que responde a las memorias, los lenguajes y las preocupaciones del territorio.
Gracias a esto, la Biblioteca Departamental será escenario de talleres, conversatorios, presentaciones artísticas, proyecciones de cine, laboratorios pedagógicos y diálogos en los que se cruzan testimonios, arte y reflexión para pensar la Colombia herida y la Colombia posible. Estas actividades buscan activar la exposición, ampliar sus significados y abrir espacios para que la ciudadanía se pregunte, desde su propia experiencia, qué puede hacer hoy para que lo vivido no se repita mañana.
Esta iniciativa fue presentada por primera vez entre febrero y diciembre de 2024 en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, donde recibió más de 53 000 visitantes. Su éxito evidenció el interés ciudadano por comprender lo ocurrido y dialogar sobre la paz desde perspectivas plurales. Por ello, en cumplimiento de las recomendaciones sobre cultura de paz y legado de la Comisión, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, a través del Museo Nacional de Colombia, asumió la custodia de esta exposición y su circulación en el país, con el propósito de garantizar que este relato llegue a diferentes partes del territorio nacional y contribuya a fortalecer los derechos culturales de las víctimas.
Una invitación a visitar, sentir y reflexionar
De esta manera, la llegada a Cali de Hay futuro si hay verdad. De la Colombia herida a la Colombia posible representa una oportunidad invaluable para seguir construyendo una cultura de paz, reconocer a las víctimas y fortalecer los procesos de memoria que permiten imaginar un país distinto.
En una nación marcada por más de sesenta años de conflicto armado, la verdad se convierte en un puente entre lo que fuimos y lo que podemos ser. Por eso, los invitamos a recorrer la muestra, participar en su agenda y permitir que sus voces, las de quienes narran el dolor, pero también la resistencia y la esperanza, interpelen a los visitantes. Porque cada testimonio ilumina lo vivido, cada obra abre una pregunta y cada persona se convierte en parte del compromiso colectivo de no repetición