Un artículo de lujo en una boutique de París, Montecarlo o New York podría costar millones en plata colombiana. Lo que no saben los exigentes compradores árabes, europeos, japoneses o de otras latitudes, es que el insumo de estas piezas de colección de Gucci, Armani o Chanel, puede proceder de mataderos de vacunos en El Cerrito, Guacarí, Candelaria o Cali.