El pesista Arley Bonilla, campeón Panamericano, nacional y departamental, llega todos los días a entrenar y a animar a los demás jóvenes que quieren seguir su camino. Tiene solo 19 años y es un claro ejemplo de que el deporte transforma vidas. “Yo mantenía en la calle, pero desde que conocí este deporte mi vida cambió y ahora sueño en grande”, dice mientras levanta 50 kilos con la misma fuerza que impulsa sus sueños.