La cubana del sprint Omara Durand busca su sexto oro Paralímpico

Omara Durand de Cuba y su guía Yuniol Kindelan Vargas cruzan la línea para ganar los 400 metros T12 femeninos en el tercer día del Campeonato Mundial de Atletismo Paralímpico de 2019 en Emiratos Árabes Unidos (Imagen por Bryn Lennon/Getty Images)
Omara Durand de Cuba y su guía Yuniol Kindelan Vargas cruzan la línea para ganar los 400 metros T12 femeninos en el tercer día del Campeonato Mundial de Atletismo Paralímpico de 2019 en Emiratos Árabes Unidos (Imagen por Bryn Lennon/Getty Images)2019 Getty Images

Omara Durand, la velocista T12 más rápida del mundo, busca ampliar su récord de 10 años de imbatibilidad con más títulos en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. 

La corredora Paralímpica más rápida del planeta tiene una razón más para ampliar su increíble récord de 10 años de imbatibilidad en los grandes campeonatos cuando salte a la pista en Tokio 2020.

Omara Durand, la joya cubana de la velocidad, sabe que los ojos del mundo estarán puestos en ella cuando defienda los tres títulos Paralímpicos conseguidos en Río 2016 hace cinco años. Sin embargo, a Omara sólo le interesa la identidad de una observadora entusiasta: su hija Ericka.

Con tan sólo tres años cuando su madre, con discapacidad visual, ganó en Brasil las medallas de oro en los 100, 200 y 400 metros lisos en la categoría T12, una actuación que le valió a Durand el galardón de mejor atleta femenina en los Premios del Deporte Paralímpico, la pequeña tiene ahora edad suficiente para saber lo que hace Durand, y eso ha motivado aún más a la joven de 29 años.

«Ella entiende perfectamente lo que hago», dijo Durand. «Lo daré todo en la pista para que se sienta orgullosa de mí. Aunque anhela estar a mi lado todo el tiempo, estará en casa y me verá correr. Su aplauso estará conmigo».

A lo largo de su década de dominio, Durand también ganó medallas de oro en los 100 y 400 metros en Londres 2012, lo que le añade más presión, pero la corredora insiste en que el reto de prolongar esa racha le ayuda a mantenerse alerta.

«Llevo 10 años sin perder y eso es algo increíble. Me hace prepararme más duramente cada día para mantener mi estatus. Siempre es emocionante, y cualquier competición produce nervios. Lo que hago es relajarme, hablar con mis amigos y escuchar música», añade. «Cuando llegó el COVID, y el mundo se paralizó, Durand se quedó sin su guía de competición. Tuvo que adaptarse a un régimen de entrenamiento que la dejó sola.

Con información : Paralympics.org

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