Con trovas, color y alegría se inauguraron los VI Juegos Paranacionales en el Eje Cafetero

El colibrí y su danza en el estadio Centenario de Armenia durante la ceremonia de inauguración de los VI Juegos Paranacionales, fue un símbolo claro de la agilidad, versatilidad y resiliencia que tienen los para atletas colombianos, quienes siempre desafían las expectativas y se imponen ante las adversidades con coraje.

El máximo escenario de los quindianos albergó la felicidad de una ceremonia en la que la noche, muchas veces temida por su oscuridad y soledad, se llenó de luz y fue cálida. Las sonrisas se dibujaron en miles de rostros, que también fueron ilusión, deslumbramiento, alucinación, encanto. Los actos que centralizaron la ceremonia visibilizaron la cultura propia del Eje Cafetero y cada uno de sus departamentos. Evocó sus grandes cualidades y esas expresiones que la convierten en el corazón de Colombia.

Las 29 delegaciones participantes desfilaron en cabeza de sus abanderados, para atletas tanto masculinos como femeninos, quienes se convirtieron en el reflejo de igualdad e integración que es el fin de estos juegos.



Nombres de la talla de Sharit Yunque, de paranatación, de Bogotá; Yessica Lorena Alzate, de para tenis de mesa de Antioquia; José Belizario, de para atletismo de Arauca; Zharith Rodríguez, de para natación de Boyacá; Jhon Freddy Castañeda, de para powerlifting de Caldas; Bertha Fernández, de para powerlifting de Cundinamarca y Nelson Crispín, de para natación de Santander, entre otros, hicieron ondear las banderas de sus respectivos departamentos, cada uno con un potencial interminable de talento.

«El deporte abre estos espacios para que se luzcan, para que se conviertan en los protagonistas de unos juegos que demuestran la capacidad y determinación de un país. Ustedes nos enseñan de tenacidad, disciplina. Son el verdadero ejemplo de resiliencia», destacó la ministra, Astrid Bibiana Rodríguez, en su discurso de inauguración.

Fue un breve agradecimiento a los 2.824 atletas que estarán reunidos en Armenia, Manizales, Pereira y Cali, en un escenario inigualable y lleno de historia como el estadio Centenario. La ministra no se ahorró los elogios para destacar esa determinación inquebrantable que no conoce fronteras y esa personificación de resiliencia, la cual transmite cada uno de estos representantes, que le recuerdan a Colombia que la verdadera grandeza se encuentra en la aceptación de nuestras diferencias y en la celebración de la riqueza que aporta cada individuo.

Con las palabras: «Declaro inaugurados estos Juegos Paranacionales, ¡Que viva el deporte!», se le da comienzo a un certamen que no solo son una celebración del espíritu deportivo, sino también un testimonio elocuente de la capacidad de la voluntad humana para superar desafíos, aparentemente, insuperables.

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