
La inspiración producto del encierro en pandemía, partió desde la herencia de una caja de pasteles de un hermano de la vida, ‘Carlos’.
Las manifestaciones artísticas se vuelven un matrimonio, a veces onírico y otras veces no figurativas.
Sumado a su principal inspiración: Emilia, la materialización del amor entre padre e hija.
Es muy Interesante como Juano plasma una quietud en movimiento óptico; mucho de pintura chorreada generando la acción inconsciente de lo vivido o transitado. Por otro lado una fuerza metafísica se plasma en rasgos ausentes que se perciben en la fuerza del lápiz o de la tiza pastel sobre el papel.
Además vemos a un niño interior que como en el Principito se niega a contaminarse de adulto y así se sana y se repara como lo vemos en las obras tituladas «Infancia».
Una de sus principales valías, es el equilibrio entre la forma y el fondo de su trabajo artistico; la primera en lo abstracto volviendolo una pieza decorativa y la segunda la hace exclusiva manifestación del arte, piesas únicas como la escultura «Disrupsion Interna», en acrílicos rojos.
Sencillamente arte en pensamientos y sentires, dentro del confinamiento de la pandemía; obra que nace en las entrañas del centro de Cali, Londoño, habitando en el casco antiguo; evolucionandose desde esos momentos en que la cuarentena lo tenia atrapado entre 4 paredes y la paulatina «nueva libertad» que poco a poco se fue develendo.
Su realidad al ser expectador de la muerte de manera cercana, ver como el ritmo acelerado de la vida se freno por completo; estos fueron los detonantes en la mente del Artista Tulueño, quien lo aterrizó de una manera abstracta y subrealista entre tiza pastele y acrílicos.