En medio del espíritu de la temporada, un llamado a la solidaridad resuena en el barrio Desepaz de Cali. La Escuela de Música Desepaz (EMD), un faro de transformación social y cultural durante 20 años, se moviliza de manera urgente para buscar recursos que le permitan continuar su labor. Esto, debido a un recorte significativo en los fondos estatales para su funcionamiento tras cambios en las políticas del Gobierno Nacional y en la estrategia del Ministerio de Cultura.
Como respuesta, la comunidad, liderada por su directora la maestra Yahaira Mina Mina, ha lanzado la campaña “Desepaz toca el corazón”, una Vaki (recolección virtual) que apela a la generosidad de los colombianos en Navidad.
El objetivo es claro: buscar y recaudar los fondos necesarios para cubrir los honorarios de los maestros, docentes y monitores, y así garantizar que cada niña niña y joven inscrito pueda continuar sus estudios musicales durante el año 2026.
Cómo ayudar:
• DONAR: Acceder a la Vaki “Desepaz toca el corazón” a través del siguiente enlace https://vaki.co/es/vaki/desepaz-toca-el-corazon
• DIFUNDIR: Compartir la campaña en redes sociales usando el hashtag #DesepazTocaElCorazón.
La EMD no es un proyecto artístico convencional. Ubicada en una zona históricamente afectada por la vulnerabilidad, la Escuela se ha erigido como una poderosa alternativa frente a la vulnerabilidad. Aquí, los instrumentos reemplazan a los riesgos, y las partituras trazan caminos de futuro.
“Cada niña, niño y joven que ingresa a nuestra Escuela representa una vida alejada de la violencia”, afirma con convicción la maestra Yahaira Mina Mina. “No solo formamos músicos; construimos ciudadanía con esperanza, disciplina y sueños. La música es nuestra herramienta para rescatar el presente y el futuro de estos jóvenes, demostrándoles que hay alternativas reales frente a los riesgos de su entorno. Cada nota que aprenden es un paso hacia una vida llena de posibilidades”.
Este testimonio refleja el corazón de un proyecto que, desde las periferias de Cali, sigue escribiendo una sinfonía de transformación, re-existencia y paz. El modelo ha demostrado ser tan exitoso que ha llamado la atención a nivel nacional. Recientemente, el maestro Antonio Suárez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de las Artes, visitó la EMD para conocer sus procesos. “Descubrió que algunos de estos jóvenes, hoy por hoy, lideran varios proyectos musicales en la ciudad”, comenta la maestra Mina. “Saber que la experiencia aquí desarrollada puede ser replicada a nivel nacional, nos motiva a redoblar esfuerzos y buscar los recursos para no detenernos”.
Una Vaki Navideña con doble impacto: Niños y Maestros
La campaña “Desepaz toca el corazón” invita a los colombianos a dar un regalo con significado profundo esta Navidad. Cada donación a través de la plataforma Vaki tiene un propósito dual y tangible:
1. Garantizar el futuro de niñas, niños y jóvenes: Asegura que un estudiante pueda continuar con su formación musical integral durante el año 2026, recibiendo no solo instrucción musical, sino también valores, disciplina y un sentido de pertenencia.
2. Sostener a los educadores: Contribuye directamente a cubrir los honorarios de los maestros, maestras y monitores, quienes son el pilar fundamental de la Escuela. Sin ellos, el proyecto no puede existir.
“Estamos buscando recursos para que la Escuela mantenga sus puertas abiertas”, es el llamado. “Su donación permite que este sueño continúe. En esta Navidad, el mejor regalo para estos pequeños es la certeza de que su lugar seguro, su segunda casa, seguirá vibrando con música”, añade la directora.